El mundo de la odontología y los dentistas también tienen su lado curioso. Os dejamos con cinco curiosidades que nunca viene mal conocer para saber dónde estamos y de dónde venimos:
1) El primer cepillo dental ya lo usaba en su momento la reina egipcia Cleopatra. Evidentemente, los cepillos de dientes actuales están fabricados con materiales mucho más modernos. Sin duda, hoy en día, el cepillo dental sigue siendo nuestro mejor aliado a la hora de combatir la placa bacteriana.
2) Hace unos 3.000 años a.C. los primeros "dentistas" en el Antiguo Egipto instalaban en la boca de sus pacientes puentes fijos hechos con dientes humanos, fijándolos con ligaduras de alambres de oro. Hasta hace no mucho, se ha usado el alambre para fijar dientes flojos.
3) Horace Wells. Quizás ese nombre no sea muy reconocido, pero debería. En 1844 fue el descubridor de la anestesia de aplicación en medicina. Y era dentista. La sustancia aplicada era el llamado "gas de la risa o hilarante", el óxido nitroso, que mezclado con oxígeno se sigue utilizando hoy en día para conseguir sedación consciente. Desde el descubrimiento de la anestesia millones de personas son atendidas sin dolor y han salvado su vida gracias a la cirugía bajo anestesia general, local o sedación. La lidocaína, que fue sintetizada en 1943, es la anestesia local más usada por los dentistas.
4) La odontología sin la penicilina (antibiótico) no sería lo que es hoy. Alexander Fleming la descubrió en 1928. Las cápsulas de penicilina son de los medicamentos más recetados por los dentistas y el más útil, eficaz y menos tóxico de todos.
5) A finales del siglo XIX, Laboratorios Bayer comercializó las primeras aspirinas, y a partir de ahí, surgieron todos los demás analgésicos, antinflamatorios y antifebriles. Tanto dentistas como en general, tenemos que agradecer a estos medicamentos, AINES (Antinflamatorios No Esteroides), el haber calmado tantos y tantos dolores de muelas.
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